BODA "MON AMOUR"


Cuando hago las fotos durante una boda aplico la experiencia adquirida en mis viajes y reportajes, porque creo que deben ser interpretadas y vividas como un diario en imágenes de un día único y especial en la vida de los contrayentes.

El día de la boda tiene las características propias de un viaje. Durante la jornada se desatan emociones, como la ansiedad, la alegría, la sorpresa, el cariño, los recuerdos; se está expuesto a lo imprevisible, pese a que todo haya sido planeado hasta el mínimo detalle con meses de antelación.

Comienza el viaje y los novios se van preparando, empieza la originalidad mientras se visten, el maquillaje de la novia, la llegada de los invitados…

La ceremonia es uno de los momentos más importantes del día, tanto si se celebra en el ayuntamiento de una gran ciudad como Berlín o en una pequeña iglesia en los valles de la Toscana.

La belleza emana de todas partes, y la relación que cada pareja tiene con el lugar dice mucho sobre un mundo interior que se abre de par en par por un día.

En la recepción el ambiente se vuelve más relajado y la alegría en torno a la mesa de los novios aumenta. La gente ríe, canta y se divierte.

Como observador de esta vitalidad, trato de reflejar con mi cámara el flujo de este torrente de energía y de captar en imágenes la complicidad emocional que impregna a todo el mundo.

Sigo a los recién casados mientras interactúan libremente con los invitados, caminando juntos por sus lugares favoritos y yo, con discreción, capturo las imágenes de cada una de estas situaciones, sin invadir su espacio ni distorsionar la emoción y delicadeza de todos estos momentos.

Finalmente, a la conclusión del trabajo, la presentación y/o el álbum proporciona a las fotos de boda un plus de originalidad.

El desenlace de mi trabajo os resultará novedoso, fresco y elegante y contribuirá a mantener el recuerdo y las emociones de uno de los días más importantes de vuestra vida.